Minnesota se enciende en el último cuarto y pone a los Lakers al borde del adiós

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El equipo angelino dejó escapar la ventaja y ahora está a una derrota de ponerle fin a su temporada en la NBA

LeBron James está a una derrota de la eliminación | Reuters
LeBron James está a una derrota de la eliminación | Reuters

El drama se apodera de Los Ángeles, donde los Lakers de LeBron James y Luka Doncic están al borde del abismo. El cuarto juego de la serie terminó con una amarga derrota para los californianos, que cayeron 116-113 ante unos Minnesota Timberwolves feroces y hambrientos. El 3-1 en la serie suena a sentencia, y los de JJ Redick ahora caminan por la cornisa de la eliminación.

El duelo fue una auténtica montaña rusa, pero el desgaste físico terminó dictando sentencia. Los cinco titulares de los Lakers, exprimidos hasta la última gota, llegaron sin oxígeno al cierre del partido. La fatiga provocó un último cuarto catastrófico en defensa y una cadena de errores que Minnesota no perdonó. Anthony Edwards brilló como una supernova con 43 puntos, mientras Julius Randle aportó 25 para unos Timberwolves que olieron sangre y no soltaron la presa.

Doncic, pese a arrastrar un fuerte virus estomacal, dejó todo en la cancha con 38 puntos y un 46% de efectividad en tiros, pero ni su esfuerzo ni el de LeBron bastaron. Ahora, los Lakers están con la soga al cuello: el miércoles deberán ganar en casa para seguir con vida, en un Juego 5 que promete ser de alto voltaje.

El cierre fue tan cruel como vibrante. Con apenas 10,7 segundos en el reloj, una decisión arbitral revisada cambió el destino del encuentro: lo que parecía ser una falta a favor de los Lakers terminó favoreciendo a Minnesota, que aprovechó para separarse por tres puntos. La última oportunidad para forzar la prórroga cayó en manos de Austin Reaves, no de LeBron ni de Doncic. Su triple no encontró el aro y el silencio se apoderó del Crypto.com Arena.

Ahora, los Lakers están contra la pared, obligados a ganar tres partidos consecutivos si quieren evitar el desastre. Mientras tanto, los Timberwolves, liderados por un Anthony Edwards desatado, saborean la posibilidad de una histórica eliminación. El margen de error ha desaparecido: es todo o nada para LeBron, Luka y compañía.

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