América ‘despide’ a Adrián Ramos por la puerta de atrás

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Un día que pintaba para una fiesta o al menos una despedida digna, terminó siendo uno de los capítulos más oscuros de la historia del América de Cali. No por perder una final contra Nacional porque al fin y cabo es fútbol; son cosas que pueden pasar. Por la manera en el que un puñado de delincuentes invadió la cancha y logró su objetivo. Sin importar que quedaba más tiempo y que el milagro de la remontada seguía vivo.

Una vez el central del compromiso pidió que los jugadores se fueran al camerino, la tristeza invadió a Adrián Ramos y al resto de jugadores. Cuando quiso despedirse, pasaban las camillas con heridos. El peor escenario. Es increíble pensar que el último gran ídolo que tuvo el América se despida así. Un tipo que regresó de Europa para cumplir su sueño de volver a ser campeón. Que resignó mucho dinero para volverse a poner la camiseta del club de sus amores.

Quizás, muchos “hinchas” del América estén aplaudiendo lo que pasó en El Pascual Guerrero (que terminó peor que un campo de guerra) por que evitaron que Nacional no diera la vuelta olímpica en su cara. Ellos eran muy pequeños cuando en 2002, seguro no habían nacido. El Atanasio Girardot a reventar se fue y dejó que el equipo de Jaime De La Pava y compañía festejara como quería.

Para esos que ingresaron al campo, aplausos por escribir el capítulo más vergonzoso en la historia del América. Atrás quedó irse a la ‘B’ y perder las finales de Copa Libertadores. Este domingo, no se despidió un ídolo, lo echaron. No les importó nada. Él hizo muchos sacrificios, incluso personales, para volver a país; lo menos era darle un adiós como se lo merece.

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