Once Caldas y Millonarios sirven un plato de fútbol exquisito arruinado por los árbitros: las claves del empate en Manizales

Como ya es costumbre, los fallos arbitrales de Kéiner Jiménez y Alexánder Ospina influyeron en el marcador.

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Había intereses propios y ajenos en Manizales. Once Caldas y Millonarios jugaron su partido de la fecha 18 de la Liga BetPlay Dimayor 2025-I en medio de un momento tensionante del campeonato. Ambos llegaban con la intención de confirmar su clasificación a los cuadrangulares semifinales y meterse en la pelea por el punto invisible.

Aperitivos de emociones

El Embajador arrancó atacando y buscando el arco, pero iba a padecer muy temprano. El marcador no tardó en abrirse. Fue a través de un tiro libre que voló hacia el corazón del área. Las marcas no se distribuyeron de la mejor manera y Jerson Malagón apareció solo para impactar de cabeza al minuto 9. Se quebró la valla invicta de Álvaro Montero en cerca de 700 minutos y la de Millonarios tras siete encuentros. Los récords de 1971 con Otoniel Quintana como protagonista siguen vigentes tras 54 años.

De cualquier modo, la visita había mostrado buenos argumentos en ataque y siguió por la misma línea. El portero James Aguirre ya había dejado la pelota suelta en el área en dos oportunidades y la tercera fue la vencida. Daniel Ruiz fue el que lo sacudió con un zurdazo de media distancia y Kevin Palacios llegó para aprovechar el rebote y poner el empate al 17′.

Toma y dame

El partido estaba armado y las ocasiones de peligro estaban a la orden del día. Millonarios no quería conformarse con el empate y siguió sumándole temperatura a la fase ofensiva. Vino una pelota elevada desde el córner y Nicolás Arévalo dirigió el testarazo al travesaño.

Sin embargo, tal parece que la ausencia de Jorge Arias le está pensando mucho a la escuadra bogotana. Las referencias volvieron a ser deficientes y un centro le llegó directo a los pies a Malagón. El defensor aguantó la pelota de espalda al arco hasta que Jorge Cardona apareció para fusilar con fuerza y volvió a llevar a Once Caldas a la ventaja al 28′.

Millonarios hizo muchos méritos para empatar en el resto del primer tiempo. Hubo un cabezazo de Sergio Mosquera y un zapatazo de Ruiz, a quemarropa ambos, y Aguirre se reivindicó para no permitir la igualdad. El descanso llegó dejando un agradable gusto por el fútbol en el Palogrande.

Los merecimientos cuentan

El único cambio para el complemento fue el ingreso de Danovis Banguero por Jhoan Hernández en el lateral derecho albiazul. El duelo siguió jugándose a muy buen ritmo, aunque con la intención de avanzada mucho más meditada y elaborada de ambos lados. Eso dio pie para que las disputas en el medio se volvieran más intensas. Ruiz volvió a intentar desde fuera del área con dirección a un ángulo y los guantes salvaron.

De ese tiro de esquina nació la jugada del tan anhelado y merecido empate de Millonarios. El rebote lo ganó la visita afuera del área y Daniel Ruiz fue el encargado de enviar un centro preciso para que la altura de Andrés Llinás derribara la resistencia de Aguirre al 63′. Con media hora por delante y el 2-2, había razones para esperar mucho más espectáculo.

Los fallos arbitrales no podían faltar

El ataque de Millonarios continuó. Ruiz ejecutó un tiro libre de hizo sonar el larguero por segunda vez en la noche. Once Caldas estaba padeciendo una ola furiosa en su área. En un tiro de esquina, Mosquera estaba a punto de llegar para anotar con el portero ya vencido y se fue al suelo. Las repeticiones evidenciaron una pisada por parte de un defensor local, pero el VAR no invitó a la revisión a Alexánder Ospina.

En el tiempo de adición, Aguirre derribó a Santiago Giordana en una falta evidente como último recurso. No ibstante: volvió a ocurrir: Kéiner Jiménez se hizo el loco, Ospina no vio y el partido finalizó. Fue entonces un empate con muchísimos ingredientes para el deleite de los espectadores. El punto le sirve a Millonarios para confirmarse totalmente en el grupo de clasificados, mientras que Once Caldas queda muy cerca de cumplir con el objetivo. Sin duda, serán dos protagonistas de la instancia semifinal.

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