Benfica y sus 20 millones en fichajes invernales: ¿Un gasto innecesario sin poderlos usar para la Champions?

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Portugal es una de las ligas vendedoras por antonomasia. Ahí está el legado de Pinto da Costa en el Porto, las últimas ventas millonarias de los canteranos del Benfica o la cantidad por la que saldrá Gyökeres del Sporting. No llaman la atención, en cambio, las cifras por las que compran a los futbolistas. O sí, pero por su bajo coste. Por eso, que un equipo luso desembolse más de 20 millones de euros en un mercado de invierno es algo que se sale de lo común.
Pero es lo que ha sucedido con el Benfica, que este miércoles se vuelve a enfrentar al Barcelona en la Champions League, ahora en los octavos de final. Y de los 20 millones gastados en enero habrá sobre el césped del Estádio da Luz un total de… ¡cero! Tanto para la ida como para la vuelta, fijada para el próximo martes a las 18:45 horas en Montjuïc. Una mezcla de torpeza y mala suerte.
Lo que es evidente, porque así lo estipula UEFA, es que ningún equipo participante en las competiciones europeas puede registrar más de tres jugadores nuevos para la segunda fase del torneo. Ni en Champions, ni Europa League ni Conference. Esta normativa, que ya es conocida por todos y vigente desde hace bastantes campañas, limita la actividad de los conjuntos en el mercado invernal. O debería limitarla. No tiene sentido realizar un lavado de cara a la plantilla en enero si luego solo se puede contar con tres incorporaciones para Europa.
El Chelsea lo sufrió en 2023, al contratar siete jugadores en invierno. Más recientemente, el Manchester City, obligado a dejar fuera a Vitor Reis (35 millones de euros) para la eliminatoria contra el Real Madrid. Pero, también, el Benfica tuvo que realizar una criba. Y ella no la superó uno de los dos jugadores adquiridos en propiedad por la entidad encarnada en el mes de enero: Bruma, con pasado en el fútbol español en las filas de la Real Sociedad. Su fichaje se cerró por una cantidad total de 8,5 millones de euros, entre el precio fijo, el mecanismo de solidaridad y el IVA.
El otro jugador fichado por el Benfica fue Manu Silva, un mediocentro de 23 años que estaba destacando en el Vitória y por el que pagaron 12 ‘kilos’. De esos movimientos que años después en las oficinas de la Luz se congratulan por ello por las ganancias que supone. Sin embargo, tampoco estará ante el Barça, en este caso por una lesión de gravedad. Pocos días después del cierre del mercado y unas horas más tarde de que venciera el plazo para registrar en UEFA los tres nuevos futbolistas, se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda en un partido de liga ante el Moreirense (8 de febrero).
De este modo, el Benfica solo podrá contar este miércoles con dos caras nuevas del mercado invernal, y son, curiosamente, los dos cedidos: Samuel Dahl y el experimentado Andrea Belotti. Ambos llegaron procedentes de Italia, de Roma y Como, respectivamente, y, de momento, su rendimiento está siendo muy dispar. Mientras el lateral izquierdo internacional sueco está causando sensación por delante de Álvaro Carreras y ha ofrecido, incluso, a Bruno Lage la oportunidad de desarrollar un esquema con tres centrales, el delantero italiano ni siquiera ha abierto el debate en relación al ‘9’, con un Pavlidis al alza.
La baja de Bruma tiene una explicación… caduca
Si Bruma no va a jugar la eliminatoria contra el Barça, en gran parte es por su culpa. Concretamente, por una agresión con el partido terminado en la penúltima jornada de la fase de liga de la Europa League cuando vestía los colores del Braga. UEFA, que tiene mano dura ante ese tipo de situaciones, le impuso tres encuentros de sanción, de los cuales solo cumplió uno en su andadura en el Braga. O lo que es lo mismo, con el Benfica se tenía que perder dos más.
Y no solo no jugó los dos siguientes (contra el Mónaco), sino que se va a perder también estos dos contra el Barça, al no poder modificarse la lista de inscritos después del 5 de febrero. El colmo para Bruma está tanto en su sanción, que ya estaría cumplida en caso de haber sido inscrito, como en la mencionada lesión grave de Manu, que, de haberse producido unos días antes, habría cambiado la hoja de ruta de las Águilas en relación a los nombres a registrar en UEFA. Manu no habría sido inscrito y Bruma sí. Cuestión de horas.
A Bruno Lage le preguntaron por la ausencia de Bruma en la lista para la Champions y su explicación no pudo ser más clara: “Por el simple hecho de tener dos partidos de sanción por cumplir. Y, también, analizamos el equilibrio de la plantilla y nos fijamos en tener todas las soluciones posibles”. En cualquier caso, Bruma, uno de los futbolistas más desequilibrantes de la plantilla y que podría ser un arma muy útil contra esa línea defensiva tan avanzada del Barça, no estará disponible y esa responsabilidad tendrá que correr a cargo de Aktürkoğlu o Schjelderup. O del mencionado Dahl, si bien sus características ofrecen otro tipo de soluciones, más defensivas. Así pues, el Benfica no tendrá a su disposición en la competición millonaria… a todos sus millones gastados en invierno. 20,5 kilos que, por cierto, significan el segundo mayor desembolso de siempre del club en un mercado invernal.
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