El Tottenham se ilusiona para volver a una cita cumbre en el plano internacional. Los Spurs sacaron ventaja ante el humilde y diezmado Bodo Glimt (sin la mitad de titulares) en la ida de las semifinales en la Europa League. Teniendo en cuenta la ‘paliza’ de Manchester United sobre el Athletic Club de Bilbao, todo va coincidiendo para que la gran final sea inglesa.
Con altas exigencias, luego de una bochornosa campaña en Liga, el Tottenham quedó con más presión para esta llave en la que claramente, en lo nominal, era superior el elenco de Ange Postecoglou. Sin embargo, desde los 40 segundos, ya se ponía arriba la tropa del norte de Londres. Prácticamente tomó ventaja numérica en todo el partido y, siempre que quiso hacer daño, lo conseguía. Eso sí, no se esperaban una sorpresa final para que la serie siguiera con vida.
Dominio claro desde los 40 segundos
Brennan Johnson, apenas cuando el público en Londres se iba sentando en las butacas, anotó el primer gol del cotejo. El rival no había tocado prácticamente el balón hasta que se puso por debajo. Apenas sacó el Tottenham, en esa misma acción, la mandaron a guardar.
Todo nació de una pelota larga que dejó impedida a la defensa rival. En el centro arriba cruzado, desde la banda derecha rumbo al área, peinó la esférica Richarlison para que Johnson, ubicado en todo el segundo palo, resolviera con un fulminante golpe de cabeza. Dicen que dos frentazos en el área equivalen a gol, por lo que se cumplió la norma.
El equipo noruego, de inolvidable campaña, demostró falencias en la zona posterior y eso no perdonó el Tottenham, muy distinto a la de su campaña liguera. Sin corrección alguna, los goles estaban por llegar. Tras un par de llegadas claras, a los 33′, James Maddison firmó el segundo tanto.
El volante creativo ratificó la amplia diferencia entre uno y el otro. Definió de manera espléndida tras un envío de Pedro Porro a la altura de la mitad del campo, sin capacidad de reacción para la zaga defensiva. El inglés aguantó la llegada del golero rival y definió rasante al fondo de la red.
La goleada se resolvió cerca de la hora de disputa. El VAR participó y le notificó al árbitro de una falta sobre Cristian ‘Cuti’ Romero en el área. Una pierna arriba de Fredrik Sjovold, imprudente sobre el argentino, derivó en la sanción y el tercer gol, en este caso, a través de Dominic Solanke. El ariete definió con botín derecho a ras de piso y acertó.
El descuento del rival cambió los planes
Todo iba encaminado a la tranquilidad, hasta que un gol inesperado podría cambiar el decorado en la revancha sobre los 83′. Urik Satnes, en la primera triangulación del juego, batió a la defensa rival y disparó al fondo. El rebote en el camino descolocó a Vicario y, al menos, la visita estrechó un poco la cuenta.
De este modo, los Spurs esperan conservar la ventaja para la revancha en suelo noruego. De ganar, volvería a una final europea después de varios años. La última vez fue en aquella cita de Champions que perdió ante el Liverpool en la temporada 2018/19. A eso se aferra Postecoglou para salvar una campaña muy irregular en términos generales.
