Barcelona conquista la Copa del Rey en una final de leyenda ante el Real Madrid

Publicado

Barcelona se impone 3-2 al Real Madrid en tiempos extra y se corona campeón de la Copa del Rey 2025

En una final vibrante y llena de dramatismo en La Cartuja, el Barcelona se impuso 3-2 al Real Madrid en tiempos extra y se coronó campeón de la Copa del Rey 2025. Con volteretas, atajadas milagrosas y momentos de alta tensión, el partido ofreció un espectáculo digno de la histórica rivalidad, manteniendo al público al borde de sus asientos hasta el último suspiro.

El primer gol del partido llegó al minuto 28. En una rápida transición ofensiva, Lamine Yamal condujo el balón y asistió a Pedri, quien definió con un potente disparo de derecha desde fuera del área, enviando el balón a la escuadra izquierda de Thibaut Courtois. Con la ventaja en el marcador, el Barcelona supo gestionar los tiempos del encuentro, a pesar de la creciente presión del Real Madrid.

En el segundo tiempo, Carlo Ancelotti movió el banquillo para buscar el empate, dando entrada a Kylian Mbappé y Luka Modric. El Real Madrid intensificó su ofensiva, generando múltiples oportunidades de peligro, principalmente a través de Vinicius Júnior y Mbappé, pero se encontró con un inspirado Wojciech Szczęsny bajo los tres palos.

Wojciech Szczęsny  se luce bajo los tres palos
Wojciech Szczęsny se viste de héroe | REUTERS/Borja Suarez

El Barcelona, sin renunciar al ataque, también generó opciones claras. Raphinha fue uno de los jugadores más activos, aunque no logró concretar sus oportunidades. Ferran Torres y Dani Olmo también lo intentaron, pero el conjunto culé no pudo ampliar la ventaja a pesar de sus llegadas.

Tuvimos que esperar hasta el minuto 70 para ver el tanto de la igualdad. Tras una falta en un contragolpe de Mbappé, el propio francés cobró el tiro libre, sorprendiendo a Szczęsny con un disparo raso que se estrelló en el palo y terminó en el fondo de las redes, despertando a los merengues dentro y fuera del terreno de juego.

Los de la Casa Blanca tomaron confianza, y cinco minutos más tarde estuvieron a punto de darle la vuelta al marcador con una escapada de Vinicius por la banda izquierda, que tomó mal parada a la zaga catalana y que Íñigo Martínez logró rechazar in extremis para mandar a tiro de esquina.

El impulso anímico era evidente en el Real Madrid, y Aurélien Tchouaméni plasmó esa superioridad en el marcador, rematando de cabeza un centro de Arda Güler que parecía sentenciar la pizarra.

Sin embargo, en los últimos diez minutos del tiempo regular, Thibaut Courtois volvió a vestirse de héroe para los blancos. Con una atajada milagrosa, desvió un disparo de Lamine Yamal que parecía colarse en la portería. Desde esa acción, el Barcelona recobró la fe en la remontada.

Yamal, con un trazo medido, echó a correr a Ferran Torres, quien ganó la pelota al propio Courtois y definió en cámara lenta, mientras Antonio Rüdiger corría desesperadamente para intentar evitar el gol. El balón cruzó la línea y el empate se consumó en La Cartuja.

Parecía que los seis minutos de añadido no serían suficientes para encontrar un ganador, hasta que Raúl Asencio se barrió en el área para derribar a Raphinha y el árbitro sancionó penalti. No obstante, el VAR intervino para anular la decisión, enviando el partido a los tiempos extra.

El VAR interviene en la final de la Copa del Rey
El VAR impide la pena máxima del Barcelona | REUTERS/Borja Suarez

El tiempo suplementario fue un torbellino de emociones en el Clásico. Con el marcador igualado 2-2, ambos equipos buscaron desesperadamente el gol de la victoria, mientras el cansancio y la tensión se apoderaban del campo. El Barcelona tuvo oportunidades claras: un remate desviado de Ferran Torres, un cabezazo de Eric García que se marchó por encima del larguero y un disparo de Fermín López que rozó el travesaño. Sin embargo, las imprecisiones y el desgaste físico pesaban cada vez más.

El Real Madrid tampoco bajó los brazos. Jude Bellingham, incansable en el mediocampo, vio la tarjeta amarilla por juego peligroso, y Brahim Díaz rozó el gol tras un pase de Mbappé, aunque su disparo se perdió por poco. La experiencia y el orden en defensa fueron las armas de los merengues para resistir los embates culés y apostar al contragolpe.

Finalmente, al minuto 115 con 27 segundos, tras una insólita pérdida de balón de Luka Modric en la salida, Jules Koundé tomó la esférica, levantó la cabeza y colocó un disparo imparable, fuera del alcance del guardameta, para liquidar al Madrid y darle una nueva Copa del Rey al conjunto catalán, la número 32 de su historia.

Te puede interesar: