Messi llamó “negro de mierda” a un exjugador del Real Madrid

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Lionel Messi es un jugador poco polémico. De hecho, han sido muy pocas las veces que ha protagonizado un altercado con otro futbolista. Podemos recordar el famoso ‘¿Qué mirá bobo?’ o los ‘pechazos’ con Gary Medel en Copa América. Sin embargo, este día sale a la luz otro hecho, incluso, más polémico.

Royston Drenthe, lateral neerlandés que jugó para diversos equipos en España, incluido el Real Madrid, declaró que tuvo una discusión con Leo Messi, donde el argentino lo llamó “negro de mierda”.

“En un partido cuando estaba en el Hércules, Messi me llamó negro de mierda y me dijo que los jugadores argentinos entre ellos se llamaban negros de mierda. Para ellos era una cosa normal, por ejemplo se lo decían a (Ezequiel) Garay y no le importaba, pero tienen que entender que a un chico como yo no le gustaba”, mencionó en el podcast The Wild Project de Jordi Wild.

Pese a que no volvieron a hablar del tema, Drenthe asegura haber perdonado a Messi debido al respeto que le genera.

“No es lo mismo que me lo dijeran mis amigos en el entrenamiento, que me lo dijera un rival. Después no hemos vuelto a hablarlo, el tema pasó. Le tengo mucho respeto a él porque ha sido uno de los mejores jugadores del mundo”.

Esta conversación con Lionel Messi pudo no haber pasado si Royston Drenthe decidía fichar con el Barcelona, equipo que en su momento estuvo interesado en el lateral.

“Antes de fichar por el Madrid, me quería el Barça, también el Chelsea, pero querían que me quedase un año en el Feyenoord y yo decidí que quería ir al Madrid. Ronaldo seguía jugando en el Madrid y aunque ahí ya estaba gordo, seguía siendo un rey. Yo quería jugador donde Beckham, Ronaldo o Zidane”.

Por último, a diferencia de Messi, Drenthe protagonizó varios escándalos. De hecho, el propio Royston revela cómo era su vida nocturna durante su etapa en el Madrid.

“Solía hacer fiestas en mi casa. Higuaín era el más fiestero. Guti también venía. Cristiano nunca vino. Nunca salía justo antes de un partido, pero sí dos o tres días antes. Me escondía y salía por la puerta de atrás, porque si la gente me veía se liaba. Hubo veces que fui a entrenar después de salir de fiesta. En ocasiones llegaba tan borracho que me costaba aguantar. Me tenía que esconder del míster para que no lo notara”, culminó.

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