Presidente del Marsella explota contra la Ligue 1: “Es un campeonato de mierda, si viene la Superliga nos vamos sin pensarlo”

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El Olympique de Marsella se encuentra en el ojo del huracán tras su dura caída por 3-0 ante el Auxerre, un resultado que pasó a segundo plano luego de la furiosa reacción de su presidente, Pablo Longoria. El dirigente español no solo criticó el arbitraje del partido, sino que también lanzó una fuerte advertencia sobre el futuro del club en la Ligue 1, llegando incluso a insinuar que el equipo podría sumarse a la Superliga Europea si se presentara la oportunidad.

El enojo de Longoria se desató tras la expulsión de Derek Cornelius en el minuto 63, una decisión arbitral que, según el presidente marsellés, fue parte de un patrón de injusticias contra su equipo. Tras abandonar su lugar en la tribuna antes del final del partido, Longoria explotó ante los medios. “En mis 20 años de carrera, nunca había visto este tipo de cosas. Está todo organizado desde la amarilla de Balerdi. Es una auténtica corrupción”, declaró, sugiriendo que el arbitraje está perjudicando al Marsella de manera sistemática.

Las declaraciones del dirigente no tardaron en generar reacciones. El Sindicato de Árbitros de Francia ha expresado su indignación y estudia emprender acciones legales en su contra por sus acusaciones de corrupción. Por su parte, la Ligue 1 ha evitado responder directamente a Longoria, aunque fuentes cercanas a la organización aseguran que sus palabras han sido tomadas con mucha preocupación.

Además de la expulsión de Cornelius, otro momento clave del partido que generó el enfado de Longoria fue un posible penalti sobre Quentin Merlin que no fue sancionado. Según La Provence, el presidente del Marsella fue más allá en su indignación y dejó claro que no descarta una salida de la Ligue 1. “Es un campeonato de mierda. Si nos llega una oferta para la Superliga, nos vamos sin pensarlo”. Estas declaraciones han sacudido el fútbol europeo y han reavivado el debate sobre el controvertido proyecto de la Superliga.

El conflicto no solo tiene un componente deportivo, sino también político. La histórica rivalidad entre el Marsella y el Paris Saint-Germain, cuyo presidente Nasser Al-Khelaifi es uno de los principales opositores a la Superliga, añade un nuevo capítulo a esta disputa.

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