El Napoli se queda con la miel en los labios en su visita a la Roma

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Es un empate con sabor a derrota. El Napoli se ha quedado con la miel en los labios en su visita al Olímpico de Roma. A pesar de haber estado gran parte del compromiso adelante por el tanto de Spinazzola, el elenco de Antonio Conte espabiló en los minutos de agonía y terminó cediendo dos puntos gracias al riflazo de Angeliño, que se vistió de killer y evitó la caída al abismo del conjunto romano.

El Napoli desaprovechó una oportunidad de oro. El ‘pinchazo’ del Inter ante el Milan le permitía afianzar su postura de líder en solitario con una victoria en Roma para colocarse con cinco puntos de diferencia. La realidad es que Angeliño amargó esa gran ilusión napolitana para regalar a su afición una tarde para el recuerdo y alargar así la buena racha de los de Ranieri, que no pierden desde hace seis jornadas. Y eso que el duelo no pudo empezar mejor para los napolitanos. Tuvo que ser precisamente Leonardo Spinazzola, a pase de Juan Jesús -ambos ex de la Roma- el que abriera el marcador en la que un día fue su casa durante cinco temporadas. La mala salida de Svilar facilitó la vaselina del lateral, de nuevo tan decisivo como aquel jugador que deslumbró en la Euro 2020 y que vio frenada su carrera por una lesión en el tendón de Aquiles.

Conte, que salió con todo, como habitualmente se hace cuando se juega solo una competición, no consiguió en esta ocasión su objetivo. La Roma, con muchas rotaciones tras el partido de Europa League, y con la mirada puesta en los cuartos de final ante el Milan de esta semana, saltó sin Dybala, sin Dovbyk, sin Pellegrini, sin Hummels y sin Paredes. Y aún así supo gestionar el partido a su favor.

Compitió de tú a tú al líder de la Serie A el combinado de Ranieri, pero el error defensivo y del meta parecieron condenar todas sus opciones. Un simple pase desde la defensa al espacio nubló todo su plan de acción. Juan Jesús lanzó a Spinazzola, que llegó mucho antes que un desacertado Svilar para superar a su excompañero con una vaselina a la media hora de partido. No hizo mucho más la visita. La Roma consiguió monopolizar buena parte del dominio en la segunda mitad, aunque solo los disparos lejanos de Paredes pusieron en aprietos a Meret, hasta que llegó la apoteosis final. Especialmente el segundo, que se topó con el palo en lo que fue una de las más claras de la ‘Loba’.

La entrada de Dybala y Dovbyk en los compases finales dio más sentido a los últimos ataques de los giallorossi. Mejores centros, más rematadores puros. No remató Dovbyk, tampoco centró Dybala. Pero atrajeron todas las miradas para que actores habitualmente más secundarios tomaran el protagonismo. Enésimo centro lateral de Saelemaekers, volea perfecta de Angeliño que desató la locura. El Napoli dejó escapar una gran oportunidad. Topó ante una gran Roma, que sacó un empate merecido con Angeliño, cada jornada y partido más decisivo.

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