¿El principio del fin para Red Bull? Caída de rendimiento, caos interno y un 2026 incierto

Publicado

El equipo austriaco enfrenta en 2025 una tormenta perfecta que podría marcar el inicio de su declive

Red Bull se aleja del dominio que mantenía en la Fórmula 1 | Reuters
Red Bull se aleja del dominio que mantenía en la Fórmula 1 | Reuters

Por primera vez en media década, Red Bull Racing parece estar tambaleando. Luego de años de dominio casi absoluto en la Fórmula 1, el equipo austriaco enfrenta en 2025 una tormenta perfecta que podría marcar el inicio de su declive. Con la salida de Adrian Newey, el cerebro detrás de sus monoplazas campeones, y un arranque de temporada decepcionante, las señales de alarma comienzan a encenderse en Milton Keynes.

El impacto de perder a Newey no es menor. Considerado uno de los mejores diseñadores de la historia de la F1, su talento fue clave en la construcción de los monoplazas que llevaron a Red Bull a la cima. Sin él, el equipo enfrenta un reto técnico mayúsculo, justo cuando el resto de la parrilla comienza a acortar distancias. Ferrari y McLaren ya han logrado recortar la brecha en las primeras carreras, mientras Mercedes también da señales de recuperación.

Pero los problemas no terminan en el área técnica. A nivel deportivo, Red Bull ha tenido su peor inicio de campaña desde 2019. Si bien Max Verstappen ha logrado sumar puntos importantes, ya no domina los domingos como solía hacerlo. El neerlandés ha expresado frustración en radio y en entrevistas, lo que ha alimentado los rumores sobre una posible salida antes de 2026, cuando entrarán en vigor las nuevas regulaciones técnicas.

La situación con el segundo piloto ha empeorado la crisis. Tras el abrupto despido de Liam Lawson luego de apenas dos carreras, Yuki Tsunoda fue ascendido como titular del equipo principal, pero en dos Grandes Premios no ha logrado destacar, sumando apenas dos puntos. La falta de consistencia en ese segundo asiento ha puesto en evidencia la debilidad estructural del equipo fuera de su estrella principal.

Y como si fuera poco, el vínculo con Honda también llegará a su fin esta campaña. El fabricante japonés, que ha sido socio técnico clave en la era más reciente de éxitos de Red Bull, ha confirmado que se unirá a Aston Martin para la nueva era de motores. Esto deja a Red Bull con la necesidad de desarrollar su propia unidad de potencia a través de Red Bull Powertrains, un proyecto que aún está lejos de ofrecer garantías.

Las tensiones internas también han comenzado a filtrarse. Hay reportes de una creciente división entre el área técnica y la gerencia, especialmente tras los problemas de fiabilidad en el RB21. La presión de los patrocinadores y de la afición comienza a hacerse sentir, y la dirección de Christian Horner ha sido cuestionada por primera vez en muchos años.

Aún es temprano para declarar el fin de la era Red Bull, pero los síntomas son claros. La F1 es una categoría cíclica, y hasta los grandes imperios han caído. El 2025 podría pasar a la historia como el año en que se rompió el hechizo. De no revertir el rumbo pronto, el equipo que dominó una era podría ser víctima de su propia grandeza.

Te puede interesar: